¡Qué locura despertás River! Miro una y otra vez las imágenes de esa multitud recibiendo al plantel esta tarde en Chaco y logro entender al menos algunos de los motivos por los cuales te quiero tanto. Esos que intento explicar cada vez que me preguntan a qué se debe mi fanatismo, mi pasión, mi hermosa e incurable enfermedad.
Es lindo ver que en el lugar donde juegues, siempre vamos a alentarte. Los que tienen la fortuna de hacerlo desde apenas unos metros del campo de juego, los que lo hacen por tv, los que te escuchan por radio y aquellos que hacen malavares para seguirlo por internet. Sea de la forma que sea, somos muchos los que te acompañamos aún en los peores momentos. Los que entendemos que dentro de tanta pasión no existe razón que impida trasladar el sentimiento. Multiplicarlo en miles, millones a lo largo y a lo ancho del país.
Hoy me sentí parte de esa caravana. Hoy entendí que aún después de haber vivido ese 26 de Junio estamos más vivos que nunca. Que la llama Riverplatense es imposible de apagar. Que el anhelo es cada vez más grande y se agiganta pensando en que la meta está cerca. Será duro, sin dudas, pero nadie puede quitarnos el derecho a ilusionarnos con volver a ver a ese River que tantas alegrías nos regaló.
Hoy más que nunca me siento en la necesidad de contarles cuán feliz me siento de llevar la banda roja en la piel. Es uno de esos días en los cuales me pregunto qué hubiese sido de mi vida sin River y créanme que no cabe en mi mente esa posibilidad. Es algo tan grande, tan inmenso que no tiene medida alguna.
Pisar el Monumental es algo incomparable. Aquellos que alguna vez lo hicieron me van a poder entender, y los que aún no tuvieron dicha suerte, déjenme decirles que es algo que no se pueden perder. Es una sensación única, algo que no se vive en ningún otro lado. Es encontrarte con un poco más de 110 años de historia y empezar a escribir la tuya como lo hicieron grandes ídolos que alguna vez tuvieron la suerte de defender esta gloriosa camiseta.
Se viene un partido de esos que nadie se quiere perder. Podrán decir que no es oficial pero nada tiene de amistoso. Es un encuentro del cual no admito otro resultado que no sea una victoria, esa que tanto merecemos los que te seguimos, te alentamos y dejamos en claro que nuestra pasión no entiende de categoría. Ilusiona notar el entusiasmo que el hincha le contagió al plantel. Sin dudas, son esos partidos que, en gran medida, se juegan con el corazón y ver a varios jugadores dispuestos a dejar la vida por la banda roja es un motivo más que suficiente para creer que más allá del abismo el deseo sigue intacto.
Vamos por tres puntos que empiecen a allanar el camino, dejemos la vida en el césped y en la tribuna. Somos muchos los que estamos con vos River. Vamos todos unidos.
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