"Porque desde la primera vez que uno pone un pie en la vereda del Monumental no puede imaginarse
la vida sin la banda. Como existe el viento, como el cielo es azul. Gracias a Dios, existe River."
Ignacio Copani
jueves, 24 de noviembre de 2011
El futbol, esa pasión de multitudes.
Para quienes entendemos el fútbol como algo más que un deporte, es difícil explicar todo lo que generan esos 90 minutos. Y más complejo se torna si intentamos definir el sentimiento por esos colores que uno lleva tan arraigados, en lo más profundo de su corazón. En mi caso, y tal como dice en una de sus estrofas del himno del Club Atlético River Plate, mi sangre está cruzada en su blanco pabellón, y es la idea de este blog intentar transmitir y expresar esa hermosa pasión, que año tras año crece y se multiplica en miles, millones de personas.
Algunos dirán que no es una buena idea iniciar un sitio en una época donde River está transitando, sin lugar a dudas, el capítulo más oscuro de sus 110 años de vida. Pero déjenme decirles que, si bien respeto esa reflexión, no estoy para nada de acuerdo.
Aquel 26 de Junio, intentando salir del caos que era nuestra casa, El Monumental, me propuse buscarle una explicación a lo que estaba pasando. A ese final tan anunciado como impensado para propios y ajenos. Buscaba responsables, culpables, y nada me alcanzaba para comprender el fondo que habíamos tocado. No quería atender a nadie, cualquier palabra que me dijeran, para nada servía de consuelo. Me contaron muchas historias similares a lo que estaba viviendo, pero créanme que nada, absolutamente nada era suficiente para aplacar semejante dolor. Intenté explicarle a mi familia, a mis amigos la sensación de tristeza que me invadía. Pero claro, ¿Cómo iban a entenderme si no saben la magnitud que tiene River en mi vida y en la de tantos otros que lo viven como yo?.
Pasaron los días, y aunque el dolor sigue intacto cada vez que veo los rivales con los cuales se enfrenta mi querido y maltratado equipo, el amor y la pasión se hacen cada minuto más grande. Es algo que no puedo explicar en palabras. Es un sentimiento muy ambiguo, por un lado la tristeza de ver a lo que tuvimos que llegar, y por otro, la alegría y el entusiasmo de saber que cada fin de semana me encuentro en la tribuna con aquellos que lo llevan tan adentro como yo, muchos conocidos, y tantos otros que aún sin conocer se transforman en parte de mi familia por un rato.
River Plate es más, muchísimo más que una institución. Es un estilo de vida, una forma de ser feliz. Es por lo que te emocionás, te alegrás, llorás y te reís. Es eso que esperás toda la semana, contando las horas que faltan para volver a nuestro querido Monumental.
En mi vida, River Plate es sinónimo de fútbol. No concibo dicho deporte si no es de la mano de mi glorioso millonario. Es posible que muchos lo entiendan, otros quizás, no tanto. Pero si de algo estoy segura es que sólo aquellos que lo vivan como yo, lo sentirán de la misma manera.
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Espectacular, Jesi. Me puso la piel de gallina lo que contaste del 26 de junio, me sentí literalmente igual. Te sigo =)
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